Contenido





domingo, 22 de febrero de 2009

Capitalismo 3.0. (El Correo 22.02.09)

Capitalismo 3.0.

Manfred Nolte

Pocos postulados científicos han resultado tan provocativos como el atribuido a Charles Darwin en relación a “la supervivencia del mas apto”, acuñado en realidad por su coetáneo Herbert Spencer, y que el autor de “El Origen de las especies” prefirió sustituir por el de la “selección natural”. Las revolucionarias teorías del naturalista ingles se aprovecharon como forma de justificación de diferencias sociales y raciales, sobre todo del maltusianismo imperante en la época. El termino “darwinismo” fue apropiado como fundamento del progreso libre del mercado, del capitalismo radical, y aun del colonialismo y el neoimperialismo.

En cualquier caso el homo sapiens evolutivo no reniega ideológicamente de una ficción anterior, la del “homo economicus” que maximiza su utilidad tratando de obtener los mayores beneficios posibles con el menor esfuerzo. En palabras de Adam Smith, “al perseguir su propio interés frecuentemente fomentará el de la sociedad mucho mas eficazmente que si de hecho intentase fomentarlo”, como parte integrante de un sistema –el liberal- donde una mano invisible guía al mercado asignando de forma optima los bienes de la economía, compensando los desequilibrios y predeterminando aquellas instituciones que hacen innecesaria, o incluso nociva, la presencia del Estado.

El primer capitalismo versión 1.0., traducción en lo económico del ideario liberal que considera al individuo la unidad última y fundamental del orden social, ha acarreado ingentes dosis de progreso a la humanidad, crecimiento sin precedentes en Europa y el norte del continente americano, con una reducción meteórica de la tasa de desempleo, el nacimiento del estado del Bienestar, el advenimiento de Asia como una región de crecimientos espectaculares, la expansión de amplias zonas de Latinoamérica, la transformación de China y otras muchas bondades mas.

Pero simultáneamente las bolsas de pobreza del planeta se acrecientan arrastrando al desamparo a millones de seres humanos, sin esperanza de supervivencia. Más aun, en contra de sus mas íntimos postulados, el capitalismo liberal se revuelve contra sus propias criaturas desatando cíclicamente devastadores procesos de involución, sometiendo también a los países del norte a una infame dinámica de paro y retroceso en los niveles de renta y bienestar. Karl Marx, que reconoció el inevitable avance del capitalismo como parte de las leyes ciegas de la evolución en el materialismo histórico, estaría obligado a criticarlo y posteriormente a combatirlo por el carácter endémico de las crisis en su sistema de producción. Desde sus raíces morales, los clásicos, Marx entre ellos, denunciaron los estragos económicos y morales, consustanciales a la exaltación sin límites de la doctrina absolutista del “laissez-faire”.

Con la gran Crisis del 29 Keynes instaura una nueva versión, el Capitalismo 2.0. La Teoría General no contempla que el capitalismo se bata en retirada y Keynes trata de refundarlo y hacerlo mas eficiente en un plano de economía mixta, con un papel estelar asignado a la política fiscal, en el marco de una determinada Intervención estatal. Como ha dicho Paul Krugman “Keynes vino a salvar el capitalismo, no a hundirlo”. Al término de la segunda guerra mundial se inicia una era de 25 años de hegemonía del pensamiento keynesiano.

El posterior agotamiento de las políticas de corte intervencionista llevaron a una resurrección del pensamiento liberal, el neo-liberalismo, que encuentra en el “Consenso de Washington” su máxima representatividad. Tras la caída del muro de Berlín y la desaparición del comunismo, muchos de sus seguidores se mudan de la vieja religión de Marx a la renovada mística de los mercados libres.

Pero apenas ha sido un centelleo, un fugaz instante en el mapa de la evolución darwiniana, alrededor de 80 años en los que occidente ha padecido sus crisis cíclicas y recurrentes y el Sur no ha sido capaz de librarse de sus hambrunas y del desamparo secular.

Se ha alzado el telón y tenemos en escena una nueva depresión, la mas grave crisis de superproducción, financiera y real desde los años del gran desastre de Wall Street en 1929, quizás la mas severa de todos los tiempos modernos, desde la revolución industrial.

Los gobiernos de todo el planeta se afanan en aplicar medidas monetarias, de rescate y de estimulo fiscal, para tratar de sofocar el colosal incendio. Aún no lo han conseguido y siguen consumiéndose hectáreas de tejido social.

A medio plazo surge el gran interrogante de la nueva gobernanza. La cuestión no es saber si el neoliberalismo está vivo o muerto, sino averiguar qué o quien lo va a remplazar. Se trata de reinventar el capitalismo y editar su versión 3.0.

domingo, 8 de febrero de 2009

El Davos del Sur. (El Correo 08.02.09)

El Davos del Sur

Manfred Nolte

Días atrás se clausuraba en Belém, en el corazón del Brasil amazónico, el Foro Social Mundial 2009(FSM). Tal vez sea interesante indagar en el trasfondo de una iniciativa que ha tenido un discreto reflejo en los medios de comunicación, no siempre acompañado de una interpretación certera. ¿De qué se trata aquí? ¿Qué buscan y qué hallan estos acontecimientos tumultuarios, mediocremente publicitados, desarrollados con un cierto tono de clase, diferenciada y rebelde?

Aunque sus fundadores se pierden en la discreta ruta del anonimato, el FSM pretende en sus orígenes ser un espacio abierto de encuentro sin proclamaciones unívocas, en el que quepan todo tipo de inquietudes, manifiestos y llamamientos sociales, para participar en un foro de foros, de corte radicalmente civil, donde no tienen asiento oficial ni gobiernos ni partidos. Es ante todo un espacio y no un movimiento, con una clara opción por los pobres del mundo, centrada en un “altermundismo” (otro mundo es posible)superador del liberalismo radical, manchesteriano y desintegrador.

El FSM se erige así en el embrión de la sociedad civil global donde la estrategia política no es lo importante, ya que se sostiene que no debe haber estrategias, salvo la de una estricta horizontalidad incluyente de todo y de todos, en lucha solo contra los fundamentalismos, la xenofobia, el racismo y todas las demás formas de exclusión y violencia. Comprometido con un código de transición que no tiene por que ser rápido ni ordenado, asume quizá inconscientemente la realidad de que la inclusión amalgama y desordena, que es otra forma de organizar, otro orden, menos jerarquizado, diferente y diverso.

Estos fundamentos han producido y siguen produciendo reacciones múltiples y contradictorias. Las mas banales las de fuera, que tildan al FSM de carnaval reivindicativo, campamento de verano del voluntariado, o de feria anual del turismo revolucionario, al tiempo que se interrogan sobre el origen de los fondos que sufragan desplazamientos y manutención, lanzando el dardo envenenado de que “alguien financiará todo eso”.

Pero mas allá de esas miserias, las criticas internas, mas sustantivas, surgen de su misma diversidad, que torna en contrincantes a dos buenas ideas y enfrenta serena y pacíficamente dos objetivos legítimos y dos nobles ideales, opinables y alternativos.

El carácter no piramidal ni jerárquico del Foro incomoda a quienes tienen prisa por el cambio y buscan los paradigmas tradicionales de la acción y los modos de la política. Los verdes creen mas en su ideario que en el de los rojos, y estos lógicamente revierten el sentido de la creencia. A unos les conforta que el foro sea plural y tolerante y aplauden al ver caminar juntos a un grupo de Caritas y a otro de gays en absoluto pié de igualdad. A otros les sigue sorprendiendo que un autobús con aire acondicionado, convertido en discoteca, flanquee una manifestación.

¿Es útil un espacio de encuentros, que no llega ni a conclusiones ni a consensos aunque trate de generar alguna consigna final de acción, por ejemplo en torno al G8 del 2 de abril en Londres? Frente a los movimientos de base o del campesinado, ¿es excesiva la influencia de las ONGs, que se erigen en superestructura moderada, despolitizando al grupo al dividir lo social y lo político y porque en la mayoría de los casos las ONGs ,ellas mismas, carecen de autonomía?

La contradicción de la variedad y de la pluralidad no alberga otro común denominador que el de la simple y llana manifestación. Belem, como sus predecesoras ha sido sobre todo espacio de manifestación y de testimonio, ejercicios primarios y envolventes de una ideología de base a veces no concluyente y siempre difícil de ensamblar.

¿Que queda entonces de perspectiva de progresión al FSM?¿ No es un ejercicio iterativo mezcla de marcha social y carnaval alborotado que no sustituye a nada ni a nadie? Y lo que es mas importante, ¿cual es su identificador meridiano, aquello que a los ojos del ciudadano lo convierte en bueno o lo reputa negativo y condenable?

Adedukawa Rodrigues, un indígena de 33 años llegó al Foro como representante de la organización Kuyunu del pueblo Ye´kwuana donde nació. Adedukawa viajó desde la comunidad de Tencua , Estado de Amazonas en barco por el Orinoco hasta Puerto Ayacucho, luego hizo un recorrido por tierra hasta Manaos, donde tomó otra embarcación hasta Belém. En total fueron 12 largos días de viaje.

Adedukawa no se arrepiente de su largo viaje. Celebra hallar un espacio abierto a los no privilegiados del mundo para que puedan expresarse libremente y alzar su voz: celebra el hallazgo de una utopia.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Carta de Benedicto (El Correo 02.04.09)

Carta de Benedicto

Manfred Nolte

Los líderes globales se citan hoy en Londres para someterse a una segunda sesión de terapia de grupo, cifrada en 75 millones de dólares. Todos sin excepción llegan aquejados de la misma enfermedad: el mal occidental, un virus surgido en Estados Unidos debido a la incontinencia inmobiliaria y que se ha colado por los entresijos del planeta, sin hacer distingo de culpables o inocentes, y que pronostica para el año en curso la primera caída del producto mundial en más de 70 años.

Otro líder de un Estado diminuto, Benedicto XVI, no ha resistido la tentación –hay tentaciones para la excelencia- de contribuir al evento con alguna reflexión, aunque haya sido por vía postal. En la carta remitida al Presidente del G20, manifiesta entre otras cosas que las crisis financieras se desencadenan cuando, debido a la falta de ética, los operadores del mercado pierden la confianza en su modo de actuación. “Las finanzas, el comercio y los sistemas de producción son creaciones humanas contingentes que, en caso de que se conviertan en objetos de fe ciega, llevan dentro de sí las raíces de su propio fracaso”.

Esa fe ciega en el “homo economicus” y lo que éste representa, están en el trasfondo de una historia de codicia, excesos e ineptitud que ha abocado en el colapso sistémico, y con ello en el cuestionamiento de su construcción ideológica.

“La única base sólida y verdadera es la fe en la persona humana. Por esta razón, todas las medidas propuestas para frenar esta crisis deben tratar, en última instancia (…) de restablecer la ética en el mundo de las finanzas”.

El Vaticano carece de autoridad para privilegiar una determinada teoría económica. De hecho el Papa retrasa su última encíclica porque desea abordar la incidencia social de la crisis “desde una posición razonada y razonable”.

Pero goza de absoluta legitimidad para consignar abiertamente sus postulados éticos, si además, quiere hablar en nombre de aquellos “cuya voz tiene menos fuerza en la escena política”, pero que “sufren más los dañinos efectos de una crisis de la que no son responsables”.